Un hombre de 67 años fue acusado en Corea del Sur por intentar incendiar un vagón lleno de pasajeros en la Línea 5 del metro de Seúl. Los hechos ocurrieron el pasado 31 de mayo, cuando el sujeto roció gasolina y prendió fuego mientras el tren cruzaba un túnel bajo el río Han. El ataque dejó seis personas heridas, entre ellas una mujer embarazada. La Fiscalía lo imputó por intento de asesinato múltiple y violación a la Ley de Seguridad Ferroviaria.
Según la investigación, el atacante planeó el crimen durante varios días, compró gasolina disfrazado de motociclista, usó un encendedor tipo soplete y recorrió varias estaciones antes de ejecutar su plan. Había vendido todas sus pertenencias y cancelado seguros, revelando que quería suicidarse y “convertirse en objeto de atención social”. El vagón resistió gracias a medidas ignífugas implementadas tras la tragedia de Daegu en 2003.
Las autoridades trabajan para brindar atención médica y psicológica a las víctimas. Además, se estudian nuevas medidas de seguridad en el metro de Seúl ante la creciente preocupación por ataques premeditados. El país recuerda con alarma este atentado, frustrado solo por segundos y por la rápida evacuación de los pasajeros.