La FIFA ha confirmado una de las decisiones más trascendentales en la historia de los torneos de selecciones: la ampliación del número de equipos participantes en las Copas del Mundo. A partir de 2026, el Mundial masculino pasará de tener 32 selecciones a 48, en una movida que busca democratizar el acceso al torneo y responder al crecimiento global del fútbol.
Este cambio no solo modifica el panorama competitivo de cara al evento que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México, sino que también repercute directamente en las Eliminatorias de todos los continentes, donde ahora será más sencillo clasificar gracias a los 16 cupos adicionales. La medida, no exenta de polémica, fue anunciada como parte de una visión a largo plazo para ampliar el alcance del fútbol mundial.
La expansión no se detiene ahí. De cara al Mundial de 2030, la CONMEBOL propuso que, con motivo del centenario del torneo, se aumente el número de selecciones hasta 60. Aunque esta idea aún está en discusión, refleja el interés de las confederaciones por sumarse a esta tendencia de apertura.
El fútbol femenino también se expande
La rama femenina no se queda atrás. En medio del creciente interés y auge del fútbol jugado por mujeres, la FIFA anunció el pasado 9 de mayo una medida sin precedentes: la Copa Mundial Femenina de 2031 contará también con 48 selecciones.
La decisión llega después de evaluar el notable crecimiento del fútbol femenino, tanto en lo deportivo como en lo comercial. Ya en la edición de 2023, celebrada en Australia y Nueva Zelanda, se había aumentado la participación de 24 a 32 selecciones. Para 2027, en Brasil, se mantendrá esa cifra, pero en 2031 el salto será igual de drástico que en la rama masculina.
Aunque aún no se ha definido la sede para la edición de 2031, sí se conoce que el formato replicará el modelo masculino: 12 grupos de cuatro selecciones cada uno. Así lo explicó Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien destacó que “no se trata únicamente de tener 16 equipos suplementarios, sino de dar un paso más en el desarrollo del fútbol femenino en general”.
Esta expansión representa una apuesta clara por el fortalecimiento del fútbol femenino en todo el mundo, con más oportunidades de clasificación, más visibilidad para nuevas selecciones y un impulso al crecimiento del deporte desde la base.