Un acto de racismo empañó una jornada cultural en honor a la población afrocolombiana en Bogotá. Autoridades y comunidades rechazan los hechos y convocan a una movilización pacífica.
Un acto de racismo interrumpió el pasado fin de semana la Feria Afrocolombiana que se celebraba en el parque Brasil, ubicado en la localidad de Teusaquillo, en Bogotá. Según denuncias de líderes y asistentes, varios vecinos del sector se acercaron al evento con una actitud hostil y comenzaron a lanzar comentarios ofensivos contra los participantes, entre ellos reconocidos liderazgos comunitarios y miembros de la Comisión Consultiva Local de Comunidades Negras.
De acuerdo con los testimonios, uno de los residentes, que se identificó como habitante del barrio, se dirigió de forma agresiva a las personas presentes, asegurando que “no pertenecían al barrio” y que “su música y expresiones culturales no eran bienvenidas”. Las agresiones verbales estuvieron principalmente dirigidas a representantes de las comunidades afrocolombianas, incluyendo lideresas, activistas y miembros de los espacios de participación institucional.
El evento, autorizado por la Alcaldía Local y respaldado por entidades como la Secretaría de Gobierno, el Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (IDPAC) y la Dirección de Asuntos Étnicos, tenía como propósito visibilizar el aporte cultural, histórico y social de la población afrodescendiente en la ciudad.
Durante la jornada —que incluía presentaciones artísticas, talleres comunitarios, muestras gastronómicas y espacios de emprendimiento— los ataques racistas alteraron el desarrollo normal de la actividad, a pesar del acompañamiento institucional y de la presencia de la Policía.
Vanessa Márquez Mena, activista afrocolombiana y habitante de Teusaquillo, fue una de las personas agredidas verbalmente. Según relató, los ataques no solo fueron racistas, sino también clasistas. “Nos dijeron que, por ser negros, no teníamos estudios, que si acaso habíamos terminado el bachillerato. También afirmaron que no podíamos vivir en Teusaquillo porque ‘para eso hay que tener dinero’”, denunció.
Aunque no se registraron agresiones físicas, el daño emocional fue significativo. Las comunidades afro participantes señalaron que este tipo de actos son parte de un racismo estructural que se manifiesta en la vida cotidiana, incluso en eventos institucionales de reconocimiento y celebración.
Frente a la gravedad de los hechos, la Secretaría de Gobierno, el IDPAC y la Alcaldía Local de Teusaquillo emitieron un comunicado conjunto en el que manifestaron su “rechazo categórico” a cualquier forma de discriminación racial y reiteraron su compromiso con el respeto a los derechos de las comunidades étnicas en Bogotá. Las víctimas del ataque ya están recibiendo apoyo psicosocial y asesoría jurídica, mientras el caso avanza en la Fiscalía General de la Nación.
Como respuesta colectiva, organizaciones afrocolombianas convocaron una jornada de protesta simbólica, pacífica y cultural para el miércoles 4 de junio en el mismo Parque Brasil. La actividad incluirá actos musicales, performance, expresiones artísticas y mensajes pedagógicos contra el racismo.
“El objetivo es rechazar públicamente lo ocurrido, pero también insistir en que esta ciudad es de todos y todas. Bogotá es una ciudad pluriétnica y multicultural, y ningún acto de odio nos va a borrar”, expresó Márquez Mena.
“Este no es un hecho aislado. Es una muestra del racismo cotidiano que aún persiste en la ciudad. Pero aquí estamos, con tambores y palabra, reclamando el derecho a existir con dignidad”, concluyó Márquez Mena.