En una jornada decisiva para la agenda legislativa del Gobierno, el Senado de la República aprobó este martes 17 de junio la reforma laboral impulsada por el Ejecutivo. El proyecto, que fue objeto de intensos debates y ajustes, logró avanzar tras la construcción de consensos entre diversas bancadas.
Aunque la iniciativa fue presentada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, el texto aprobado refleja modificaciones derivadas de acuerdos entre sectores, lo que permitió su aprobación en la Comisión Cuarta y, posteriormente, en la plenaria del Senado. La discusión fue liderada por senadores como Angélica Lozano (Alianza Verde), John Jairo Roldán (Partido Liberal) y Juan Felipe Lemus (Partido de la U).
Uno de los puntos más polémicos y finalmente aprobados fue la formalización laboral para aprendices del SENA, quienes, de concretarse la conciliación con la Cámara, podrán acceder a contratos con todas las garantías laborales. La medida dividió opiniones: mientras algunos sectores empresariales advirtieron sobre el aumento de cargas para las compañías, otros defendieron los derechos de los jóvenes en formación.
Además, la reforma contempla ajustes en recargos nocturnos, dominicales y festivos, con el objetivo de fortalecer la protección laboral y la justicia salarial. Aunque algunos artículos controversiales, como el que pretendía regular el trabajo por horas, se cayeron en el camino, la aprobación general marca un hito en la agenda social del Gobierno.
Ahora, el proyecto deberá pasar a una etapa de conciliación entre Senado y Cámara de Representantes, en la que se definirán los puntos finales del articulado. El presidente Petro pidió a Jaime Raúl Salamanca, presidente de la Cámara, mantenerse firme en las líneas rojas del Gobierno frente al texto.
La reforma laboral es uno de los pilares del programa de transformaciones sociales de esta administración, junto a la reforma pensional y la reforma a la salud, y su aprobación en el Senado representa un avance significativo en esa ruta.