Con carteles, gritos de indignación y llamados a la justicia, decenas de padres de familia se congregaron este viernes frente a un jardín infantil en Soacha, Cundinamarca, luego de que se conociera una denuncia por presunto abuso sexual infantil. Según la madre de la víctima, su hija de apenas tres años habría sido objeto de tocamientos indebidos por parte de un trabajador del centro educativo.
El hecho habría ocurrido dentro de las instalaciones del jardín, y fue conocido luego de que la menor presentara comportamientos inusuales que alertaron a su familia. Tras la denuncia, la menor fue llevada de inmediato a un centro asistencial, donde un médico, en el marco del protocolo del Código Blanco, confirmó indicios de abuso.
La protesta, que se extendió por varias horas, estuvo marcada por el rechazo colectivo al silencio institucional y la falta de respuestas concretas. “No vamos a permitir que se repitan estos casos y no pase nada. Queremos saber quién fue y que pague”, expresó una madre durante el plantón.
Ante la gravedad del caso, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Alcaldía de Soacha realizaron una visita de inspección al lugar. Aunque la representante legal del jardín afirmó haber activado los protocolos ante la Secretaría de Educación, se negó a proporcionar información sobre el presunto agresor, argumentando la protección de los derechos de la menor.
El alcalde Julián Sánchez, por su parte, fue enfático en rechazar el hecho: “En nuestro municipio no vamos a tolerar ningún tipo de abuso contra nuestros niños. Estamos solicitando a las autoridades que actúen con la mayor celeridad posible para esclarecer lo ocurrido”.
Mientras tanto, la comunidad exige justicia y que se tomen medidas ejemplares para garantizar la seguridad de los menores en todos los espacios educativos del municipio.