La pesadilla para las familias presuntamente afectadas por los actos de Freddy Castellanos, el señalado abusador de menores cuyo caso inicial se destapó en un jardín infantil de San Cristóbal, sur de Bogotá, suma un nuevo y doloroso capítulo. Una familia residente en el barrio San Luis, en la vía a La Calera, Cundinamarca, ha presentado una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación, luego de que su hijo de tan solo cinco años identificara a Castellanos como la persona que presuntamente abusó de él mientras asistía a otro jardín infantil en ese municipio.
La impactante identificación se produjo, según relató la madre del menor a Noticias RCN, al mostrarle nuevamente la fotografía de Freddy Castellanos, cuya imagen ha circulado ampliamente en los medios de comunicación tras las primeras denuncias. Conmovida, la madre narró cómo su hijo, quien hasta el momento presentaba dificultades en el habla, corroboró el presunto abuso físico: “Le pregunté si le había hecho algo. Él me dice que sí, que le daba besos en la boca, que le cogía la colita”.
La revelación ha sumido a la familia en la angustia y el temor por las posibles secuelas que estos hechos puedan tener en el pequeño. El padre del menor, visiblemente afectado, declaró al medio: “Ver a mis hijos a los ojos y saber que algo pasó no se lo deseo a nadie”.
Esta nueva denuncia se suma al ya escandaloso caso de los presuntos abusos cometidos por Castellanos en un jardín infantil adscrito al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en Bogotá. Según el padre del menor de La Calera, hace un año ya existían señalamientos contra un coordinador del jardín al que asistía su hijo, lo que ahora genera aún más preocupación y cuestionamientos sobre los controles y la seguridad en los centros de cuidado infantil.
Las autoridades competentes ya se encuentran investigando las denuncias iniciales en Bogotá, y se espera que esta nueva acusación sea incorporada a las investigaciones para esclarecer la totalidad de los hechos y determinar la responsabilidad de Freddy Castellanos. Este nuevo testimonio podría ser crucial para el avance de la justicia en este doloroso caso que mantiene en vilo a la opinión pública y genera una profunda preocupación por la seguridad de los menores en el país.