Con una fusión explosiva de rap latinoamericano y rock alternativo, la banda bogotana Niños Bien hace su debut oficial en la escena musical con Salva patria, un sencillo potente que retrata una de las trampas más silenciosas de la vida moderna: la procrastinación.
El tema, compuesto por David A. Trujillo en un momento de frustración creativa, no solo habla del hábito de postergar, sino del profundo malestar que genera ver los sueños escaparse entre excusas. Curiosamente, esta canción nació de ese mismo estancamiento y hoy se convierte en un símbolo de ruptura: una forma de demostrar que se puede salir del ciclo de inacción.
“Salva patria es el fósforo con el que vamos a encender la llama de Niños Bien, y que le vamos a poner debajo del clo a todos para que bailen, canten y muevan la cabeza*”, afirman sus integrantes.
La canción fue grabada en Estudio Naranja y producida por Pedro Rovetto (Superlitio, LosPetitFellas), quien también está detrás de la producción completa del primer álbum de la banda, Eso aquí no, previsto para este 2025. La masterización estuvo a cargo de Camilo Silva.
Además del componente sonoro, Salva patria se lanza junto a un loop animado creado por el artista chileno Daniel Vargas, en el que aparecen Tachín y Nena, dos personajes que forman parte del universo visual de Niños Bien. Con ellos, la banda explora lo audiovisual como una extensión narrativa de sus canciones.
Una banda que le canta a la ciudad que habita
Niños Bien está conformada por David Trujillo (voz y bajo) y Mariana Camacho (voz). Su propuesta es urbana, cruda y sensible. No solo retratan la vida en Bogotá: la recorren, la interrogan y la reinterpretan desde los márgenes y las contradicciones. Sus influencias van desde Beastie Boys y Anderson .Paak, hasta Illya Kuryaki and the Valderramas y Remi Wolf, lo que se traduce en una propuesta sonora cargada de energía, ironía y sensibilidad.
Con Salva patria, Niños Bien no solo presenta su carta de entrada, sino que lanza una advertencia: lo que viene con su álbum debut es una exploración honesta, incómoda y visceral sobre lo que significa ser joven en una ciudad como Bogotá.