Músico fue judicializado por solicitar y compartir contenido sexual de una menor en Bogotá

Un músico identificado como Danny Santiago Trejos González fue judicializado por la Fiscalía General de la Nación tras ser señalado como presunto responsable de contactar a una menor de 14 años para solicitarle y compartir con ella contenido sexual explícito.

Según la investigación, Trejos González conoció a la víctima durante un evento musical realizado el pasado 4 de agosto de 2024 en Bogotá. A partir de ese momento, inició una comunicación con la menor, en la que le ofrecía dinero a cambio de que accediera a enviarle material íntimo.

Las pruebas recopiladas incluyen conversaciones y contenido digital que, según la Fiscalía, evidencian el ofrecimiento de pagos y la solicitud de imágenes con contenido sexual. Este material fue suficiente para imputar los siguientes delitos:

  • Demanda de explotación sexual comercial con persona menor de 18 años
  • Pornografía con persona menor de 18 años
  • Utilización ilícita de redes de comunicación
  • Facilitación de medios para ofrecer actividades sexuales con menores

Trejos fue capturado por la Policía Nacional en el barrio Laureles de Medellín. Aunque no aceptó los cargos, un juez de control de garantías le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario, considerando la gravedad de los hechos.

Este caso pone de relieve una problemática creciente en Bogotá y otras ciudades del país: el uso de redes sociales y plataformas digitales para la explotación sexual de menores.

De acuerdo con cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entre enero y septiembre de 2024 se reportaron más de 2.000 casos de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes en Colombia, siendo Bogotá una de las ciudades con mayor número de reportes. Las localidades más afectadas incluyen Suba, Kennedy, Bosa y Ciudad Bolívar.

Especialistas advierten que muchos de estos casos no son denunciados por miedo, desconocimiento o desconfianza en las instituciones. “Hay una creciente sofisticación en los métodos de captación. No se trata solo de redes de trata, sino también de individuos que operan solos, muchas veces con apariencia de cercanía o confianza, como en este caso”, explicó una fuente del CTI de la Fiscalía.

La explotación sexual infantil en entornos digitales es un delito silencioso pero devastador. Las víctimas, en muchos casos, cargan con traumas psicológicos prolongados, y requieren acompañamiento especializado que aún es insuficiente en varias regiones del país.


¿Qué hacer ante un caso similar?

Las autoridades recomiendan que, en caso de sospechas o indicios de acoso sexual en menores, los cuidadores denuncien inmediatamente a través de las líneas:

  • Línea 141 del ICBF
  • Línea 123 de la Policía Nacional
  • Fiscalía: www.fiscalia.gov.co o app A Denunciar

Además, enfatizan en la necesidad de una mayor educación digital en colegios y hogares para prevenir este tipo de situaciones.