David Racero, uno de los congresistas más cercanos al presidente Gustavo Petro y principal defensor de la reforma laboral y la consulta popular, enfrenta graves señalamientos de precarización laboral y clientelismo. El periodista Daniel Coronell reveló audios y chats en los que Racero ofrece un trabajo de 13 horas diarias sin prestaciones, y en los que además se le escucha hablando de la manipulación de cargos en el SENA.
En uno de los audios, Racero describe condiciones laborales por debajo de los mínimos legales para un puesto en su fruver: jornada de 7:00 a.m. a 8:00 p.m., un solo día de descanso a la semana, salario de un millón de pesos y sin derechos sociales. “Ellos son toderos (…) lavan baños, pisos, hacen pulpa, caja, todo”, afirma en la grabación.
Además, Coronell expuso nuevas pruebas de clientelismo: conversaciones en las que Racero instruye sobre cómo mover fichas dentro del SENA, buscando ubicar aliados políticos en cargos clave. Este escándalo golpea la coherencia del discurso oficialista sobre los derechos laborales y pone en jaque a uno de sus voceros más visibles en el Congreso.