
Un caso de maltrato animal ha generado indignación entre los habitantes del conjunto residencial Parques de Primavera II, en el sur de Bogotá. Una perrita fue encontrada abandonada dentro de una bolsa de basura, amarrada con cables y con signos evidentes de maltrato físico y psicológico.
El hallazgo se produjo en horas de la noche, cuando varios vecinos se percataron de un extraño bulto sobre un andén del conjunto. Al acercarse, escucharon los débiles gemidos de un animal y descubrieron una escena desgarradora: una perrita completamente inmóvil, con la mirada aterrorizada, amarrada y con otra bolsa sujeta al cuello. Al abrir el plástico, un fuerte olor a orina inundó el ambiente, dejando claro el estado de abandono y sufrimiento en el que se encontraba.
De inmediato, fue trasladada a una clínica veterinaria, donde se recomendó la eutanasia bajo la sospecha de moquillo, sin realizar pruebas médicas previas. Sin embargo, las personas que la rescataron notaron que aún tenía fuerzas para luchar por su vida y decidieron buscar una segunda opinión profesional.
En una segunda clínica, tras realizarle los exámenes correspondientes, se reveló el verdadero estado de salud del animal: fractura de cadera, desviación en la columna vertebral, pérdida severa de masa muscular y quemaduras en la piel, presuntamente causadas por exposición a sustancias químicas como el amoníaco.
Gracias a las cámaras de seguridad del conjunto residencial, se logró identificar que el abandono se produjo alrededor de las 8:10 p.m. del domingo. En las imágenes se observa a dos personas que se acercan al lugar, una de ellas inspecciona la zona y luego da la señal para que la otra deje a la perrita en el andén, completamente oculta dentro de la bolsa de basura.
Actualmente, la perrita permanece hospitalizada y su recuperación será larga y costosa. Lady Heredia, una de las vecinas que participó en el rescate, está liderando su cuidado y hace un llamado a la ciudadanía para quienes puedan brindar apoyo, ya sea económico o en especie. Las personas interesadas en colaborar pueden comunicarse al número 312 304 3699.
Este caso pone en evidencia la urgente necesidad de fortalecer las políticas de protección animal en la ciudad, así como la importancia de promover una cultura de respeto y cuidado hacia todos los seres vivos.