
Un juez de control de garantías envió a prisión preventiva a Ronald Stiven Trigos, señalado de cometer un acto de extrema crueldad animal en plazas públicas de Ocaña. Según la Fiscalía, el hombre fue capturado en flagrancia mientras degollaba más de diez palomas utilizando sus propios dientes, ante la mirada de decenas de personas, incluidos niños.
El hecho causó indignación y repudio entre la comunidad, que calificó lo sucedido como un crimen atroz contra seres indefensos. Vecinos y organizaciones animalistas han pedido a las autoridades que el procesado no sea dejado en libertad, pues lo consideran un peligro tanto para los animales como para la ciudadanía.
Durante las audiencias, Trigos no aceptó los cargos imputados en su contra y se declaró inocente, pese a que la captura se realizó en el momento en que ejecutaba el ataque.
El caso ha encendido las alarmas sobre la necesidad de fortalecer las sanciones por maltrato animal en el país, así como de reforzar las medidas de protección frente a actos de violencia que generan conmoción social.