La posible integración de Fusagasugá a la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca ha encendido las alarmas. La representante a la Cámara, Alexandra Vásquez, advirtió que esta decisión podría traer más perjuicios que beneficios, al convertir al municipio en un simple centro logístico para Bogotá y restarle autonomía en la toma de decisiones locales.
Vásquez alertó sobre el riesgo de que se prioricen las necesidades de la capital sobre las de los municipios, especialmente en temas como seguridad alimentaria, uso del suelo y vivienda. Señaló que el ingreso a la Región podría abrir la puerta a prácticas agroindustriales que afecten a los campesinos y aceleren la urbanización descontrolada del territorio. También puso como ejemplo a Soacha, que hace parte del proyecto desde 2024 y —según ella— no ha recibido obras, pero sí una fuerte carga burocrática.
La congresista remató diciendo que Fusagasugá podría perder el control de sus planes de vivienda si se incorpora ese nuevo hecho metropolitano.
“No hay garantías de que esta integración beneficie a los ciudadanos. Por ahora, solo vemos burocracia, contratos y promesas sin cumplir”, concluyó.