Petro lanza advertencia al Senado: “Si votan en contra de la consulta, el pueblo los revoca”

Desde la emblemática Plaza de Bolívar y en el marco del Día Internacional del Trabajo, el presidente Gustavo Petro lanzó este 1 de mayo un duro mensaje al Congreso de la República, particularmente al Senado, al advertir que si se niega a aprobar la convocatoria a una consulta popular sobre derechos laborales, los ciudadanos podrían buscar su revocatoria.

En su discurso, Petro fue enfático en afirmar que la consulta no es una iniciativa individual sino “un mandato del pueblo”, por lo cual calificó como antidemocrático cualquier intento del Legislativo de bloquear el mecanismo de participación. “Cada nombre propio votando en contra de los derechos del pueblo debe ser mostrado y desnudado ante su propio pueblo”, sentenció el mandatario, señalando que, de persistir esa negativa, los congresistas “no van a seguir en el Congreso”.

La solicitud de la consulta popular surge tras el hundimiento de la reforma laboral, uno de los pilares del proyecto político del Gobierno. En respuesta, Petro propuso llevar al pueblo una serie de preguntas relacionadas con mejoras en las condiciones laborales, como la jornada diurna de ocho horas, recargos dominicales, formalización del trabajo doméstico e inclusión de jóvenes y personas con discapacidad.

Entre aplausos y arengas de sus simpatizantes, el presidente aseguró que si el Senado no aprueba la consulta, él la convocará por decreto. No obstante, un eventual rechazo por parte del Congreso podría abrir un complejo debate jurídico sobre los límites del poder presidencial y la institucionalidad democrática.

Petro también arremetió contra algunos legisladores, al afirmar que “llegaron con dineros de la mafia, de las multinacionales o porque se creen ungidos”, y enfatizó que su Gobierno respeta la dignidad humana, pero “no es pendejo”. Negó, además, tener intenciones reeleccionistas y reiteró que su interés es garantizar los derechos del pueblo trabajador.

El Senado tendrá un plazo de 30 días para decidir si avala o no la propuesta de consulta popular. Mientras tanto, el país se prepara para una nueva pugna política entre el Ejecutivo y el Legislativo, en medio de una polarización creciente y un ambiente social cada vez más tenso.