“Pasos de Dignidad, Horizontes de Comunidad”: Soacha conmemora el Día Mundial de las Personas Refugiadas y Desplazadas

En un acto cargado de simbolismo, compromiso institucional y voces comunitarias, este jueves se conmemoró en Soacha el Día Mundial de las Personas Refugiadas y Desplazadas. El evento, titulado “Pasos de Dignidad, Horizontes de Comunidad”, tuvo lugar en el Centro Regional de Atención Integral a Víctimas (CRAV), entre las 9:00 a.m. y las 12:00 p.m., y reunió a autoridades locales, defensores de derechos humanos y organizaciones de víctimas.

El propósito central fue abrir un espacio de reflexión frente a los retos que viven quienes han sido desplazados forzadamente o se encuentran en situación de refugio, además de visibilizar sus luchas, reconocer sus derechos y promover una respuesta más efectiva desde las instituciones.

La Defensora Nacional, Iri Marín, destacó la urgencia de fortalecer los mecanismos de protección y atención a víctimas, reiterando que su defensa debe ser una prioridad para el Estado. No obstante, durante el evento, representantes de la Mesa de Víctimas manifestaron su preocupación por el limitado acompañamiento de la Defensoría en el proceso de declaraciones, denunciando falta de personal y cobertura insuficiente.

En respuesta, la Defensora Regional explicó que se han venido adelantando jornadas descentralizadas para responder a estas necesidades, y la Defensora Nacional se comprometió públicamente a convocar una mesa de trabajo con su equipo, la Personería y voceros de las víctimas, con el fin de construir soluciones conjuntas.

El alcalde de Soacha también hizo presencia, reafirmando el compromiso del municipio con la inclusión social y la reparación integral de las víctimas del conflicto armado. “Las víctimas no pueden seguir esperando. Soacha tiene que seguir siendo territorio de acogida, pero también de justicia y oportunidad”, expresó el mandatario local.

Como parte del cierre simbólico, se realizó la “Ruta de Pasos de Dignidad”, en la que mujeres víctimas del conflicto expusieron sus iniciativas productivas, artesanías y emprendimientos, como expresión de su resiliencia y capacidad de reconstrucción.

El acto dejó un llamado claro: la reparación integral y la inclusión no pueden depender solo de conmemoraciones. Requieren voluntad política, coordinación institucional y un reconocimiento constante del valor y la dignidad de quienes han sido desplazados de sus territorios, pero no de su esperanza.