Familiares, feligreses y siervos de la iglesia del pastor José Ramírez se congregaron recientemente para pedir su liberación, luego de que fuera capturado y acusado de abuso sexual y tortura en contra de su hijastra de 13 años. El caso ha generado conmoción en la comunidad local y un intenso debate sobre la responsabilidad individual y las creencias religiosas.
El pastor Ramírez no aceptó los cargos presentados por la Fiscalía y aseguró, junto con su familia y allegados, que fue víctima de “una influencia oscura”, la cual habría provocado su comportamiento. Según su testimonio, no actuó conscientemente y estaría siendo afectado por “un espíritu malo”.
Durante la manifestación, los miembros de su congregación defendieron su inocencia y pidieron respaldo para el líder espiritual, insistiendo en que se trata de un hombre de fe que estaría atravesando una prueba espiritual. “Él no es así. Lo que pasó fue obra de una fuerza negativa. Pedimos que lo dejen en libertad”, expresó una de las seguidoras del pastor.
Las autoridades, por su parte, mantienen la acusación basada en el testimonio de la menor y en otras pruebas recogidas durante la investigación. Sin embargo, según los defensores del pastor, existen videos que demostrarían que no hubo persecución hacia la menor, como se ha señalado inicialmente.
El caso se encuentra en etapa de investigación judicial. Mientras tanto, la comunidad religiosa que lidera Ramírez insiste en su versión espiritual de los hechos y en la necesidad de que se le conceda libertad mientras avanza el proceso.