En Bogotá también multan a los peatones: estas son las infracciones y cuánto cuestan

Foto: Secretaria de Movilidad

En Bogotá no solo los conductores pueden recibir sanciones por infringir las normas de tránsito. A partir de 2025, los peatones también están en la mira de las autoridades viales, y sus infracciones pueden costar lo equivalente a varios pasajes de TransMilenio.

Aunque muchos lo desconocen, el Código Nacional de Tránsito contempla más de una docena de comportamientos por los que una persona caminando puede ser multada. Desde cruzar por lugares indebidos hasta colgarse de un vehículo en movimiento, las faltas están claramente tipificadas bajo el grupo F del reglamento.

¿Cuáles son las infracciones peatonales más comunes?

  • Usar patinetas o monociclos por la calzada vehicular (F01).
  • Cargar objetos grandes que impidan el paso de otros peatones (F02).
  • Cruzar sin precaución por líneas férreas o por lugares prohibidos (F03 y F07).
  • Pararse frente o detrás de un vehículo en marcha (F04).
  • Colgarse de vehículos en movimiento o correr entre carros (F05 y F06).
  • Caminar por túneles, puentes vehiculares o invadir carriles de TransMilenio y SITP (F10 y F11).
  • Evitar el uso de puentes peatonales (F12).

Multas y descuentos

La multa establecida para estas infracciones es de 3,5 UVB, lo que equivale a $40.432 pesos en 2025. Sin embargo, el valor puede reducirse con pago oportuno:

  • $20.200 pesos si se paga en los primeros cinco días hábiles.
  • $30.300 pesos si se paga entre el sexto y el vigésimo día hábil.

Desde la Secretaría de Movilidad explican que estas sanciones no tienen un fin punitivo, sino pedagógico. El propósito es generar conciencia sobre el rol que los peatones también cumplen en el sistema de movilidad y reducir el número de accidentes viales provocados por comportamientos irresponsables.

Caminar por la ciudad implica derechos, pero también deberes. Y si bien muchos de estos comportamientos han sido normalizados por la costumbre, lo cierto es que pueden poner en riesgo la vida propia y la de otros. En Bogotá, hasta el más mínimo descuido al cruzar la calle puede salir caro.